
Recuerdo ir a comprar este disco, volver al piso, tenderme en la cama, colocarme los cascos, moverlos para que no me molestara la almohada, sacar el libreto, abrirlo y sujetarlo en la vertical. Recuerdo girarme un poco para darle al play. Recuerdo después un cóctel de sensaciones, recuerdo como primero de una forma delicada y poco a poco de una forma más alborotada se me aceleraba el corazón, creí que se me iba a salir por la boca... una de las últimas canciones era esta: voilà. Me dejó exhausto. Aquella escucha fue memorable. Debe ser por eso que la recuerdo tan bien :-)
Eso es que te enamoraste, amigo. Suele pasar con Françoise Hardy.
ResponderEliminarLo dejo aquí por hoy. Mañana seguimos.
Saludos.
sí que fue amor.
ResponderEliminary oiga, vaya repaso me está dando. me alegra que encuentre estos escritos tan personales entretenidos.
saludos.