Granjero Busca Esposa. Último episodio (second season). Si te marchas con él te vas con el culo pelao.

Último y glorioso episodio de la segunda temporada de Granjero Busca Esposa. Un estupendo remate que confirma a este programa como uno de los entretenimientos más apañados que en televisión verse pueda.  Un encantador pasatiempo con un único protagonista: el amor. Tan rural y tan real.

Básicamente el programa consistía en que una espléndida Luján, incluso más guapa y mordaz que de costumbre, primero visitaba las granjas al final de los famosos doce días de convivencia para un par de meses después juntarse todos en plan cuchipanda y contarse cómo les va la vida. Una especie de Trujillo 2 con cervezas y cortezas en el que abundaron las sorpresas. Por parejas:

Luis y Guiomar.

Esta es una historia tan bonita que da hasta reparo ponerse a hablar de ella. Está claro que ha triunfado el amor y no voy a ser yo quien, como una vulgar Melania, se ponga a contar si han dormido juntos o no y desde que día. Para Guiomar el premio a la frase más repetida en los resúmenes de esta edición: “ala, el granjerito ya tiene su granjerita”. Y para Luis, aka, Sudaderas Er Chalé, el premio a la forma de ligar más patética enternecedora no sé si reírme de ti o quererte para toda la vida por su “no me imaginaba nunca estar con una chica tan guapa como tú”, “siempre me siento inferior”. “Fue ella la que dio el primer paso” dice Luisón cuando le pregunta Luján quien fue el más atrevido. Esta no da puntada sin hilo, y detrás de cada una de sus preguntas hay una carga de profundidad para quién quiera recogerla. Guiomar está elegante y pragmática diciendo “Fui yo sí, si tuviéramos que esperar a Luis teníamos que hacer cuatro granjeros”. Veredicto: amor verdadero. Viven felices y comen perdices cerditos.

Vuelven de la entrevista y todos les preguntan cómo les ha ido. Me recuerda a cuando en la facultad tenías un examen oral y al salir todos se interesaban más que por cómo te había ido por lo que te había caído…

Alberto y Ana.

La historia del hombre de pelo en pecho y el bombón, de Mss Este Tío Me Da Asco y Mr Profident Silvestre. Me ha parecido fatal como estos dos han tratado a una muchacha de espíritu tan refinado como Mónica, que por si alguien no lo recuerda es la que se sienta en la encimera y le gusta que se lo coman a cucharás. Alberto está muy enamorado de la colombiana, y ella… no. El enano cabezón está como presa de un encanto, la mira embelesado, y hasta ha hablado ya con los hijos, de ella, para traérselos. Ella no parece muy convencida de dejar su vida, que es como ella llama a trabajar en un pub perdido a veinte o treinta mil kilómetros de su prole, y se nota que contiene la arcada cuando él la besa. Luján, bastante malvada dice “Pero Alberto, vas a pasar de soltero a padre de familia numerosa…”. Y él, ni corto ni perezoso le pide matrimonio allí mismo a su colombiana “Me gustaría que fueras mi mujer y te casarías conmigo” Demasiados condicionales para mí.

Por cierto, esta ya le ha puesto algunas condiciones. La primera, no vivir en El Tejo. Si yo fuera los padres de Alberto me fundía todo rápido. Cien a uno a que esta es de las que en menos de un año los incapacita, se anticipa la herencia y los manda a todos, abuelos y padres al asilo más cercano y barato que pille. Y si se pone tonto Alberto y no la deja traerse también al marido (colombiano) le birla la cartilla y hasta luego Lucas.

Eli y Santi.

Psichodelic Santi se considera una persona muy sincera, muy transparente. Y Luján le para los pies. ¿Transparente? Te teníamos por tonto y si nos descuidamos te fundes a tus dos pretendientes. Resulta que el muchacho tiene hasta facebook, y ya antes de que se le instalaran las mozas en la granja él tenía el messenger funcionando y fue adelantando trabajo. De tal manera que a Eli The Clown ya se la ventiló a la segunda noche. Al parecer se le coló en la habitación y al segundo día ya le dejó la cama mojada y oliendo a vaca. Pero es que a la tercera se estaba restregando con Ivana Caro Palo. Todos sabíamos que Eli era ligera, pero ¡Ivana!, vaya con la Srta. Ronttenmeyer… con razón estaba tan mosqueada. Se la han jugado bien jugada… lo mismo le ha entregado su flor al sosainas del gallego y este le ha pagado eligiendo a la granadina… que le dice guarradas al oído, y eso tiene su punto oye. Se arma un lío tremendo porque ella empieza a cantar de lo lindo. Se ha descubierto el pastel de que el retrato y el nombre que lleva en la espalda es el de su ex (con el que además, según Santi, chateaba ella a la que se descuidaba). Yo me pregunto si a estas alturas alguien todavía no se lo imaginaba. En fin, que ella se marca La Traviata entera y no deja títere con cabeza, que si pa’qué has dicho que tú mas echao de la granja si he sio yo la que me ido, que si no t’a faltao una camisa planchá mientras yo’stao allí, que si estabas espiando debajo de la cama cuando hablaba con mi’rmana. En fin, un taco de cojones con Eli diciendo todo el rato “¡¿pero qué me’stás contando?!”. Él, desquiciado, se saca de la manga un “no sé a lo que le llaman madrugar en Andalucía” A lo mejor no atinamos con el conceto de madrugar, pero lo tuyo si tiene nombre: ¡TARADO!. Pensar que al principio me caías bien…

Los Vitis y las suyas.

Puto rollo. El Pedro The Farras y Ani Mafia del Este ni se han visto desde que la rumana dejara la granja. Con todo ella trata de organizarle la vida, dice que “tiene que madurar un poco” ¿un poco? De momento dicen que son amigos y que cuando él se aclare en octubre ya se verá lo que hacen. Mientras, imagino que como mucho se agregaran en facebook. Él dice que ella “lo presiona mucho” y que necesita su espacio. Con todo, se le declara allí mismo. Este muere soltero. Me juego el coche. Pedro tiene un recuerdo para Josefina Tragabolas, “como persona a Josefina no hay quien la aguantaría”.

Entre Jesús The Little Brother y Yolanda Krusty El Payaso, las cosas no han acabado bien. Desde que él la despreciara en pública cena ella se ofendió y no quiso saber nada más del tema. Ni el teléfono. Ojo a las declaraciones de Jesús, muy ilustradoras “Yo le dije dame tú teléfono y ella me dijo no, y yo le dije pues el mío tampoco te le doy” Una de las sorpresas del programa era que al parecer, precavido él, se había tomado la molestia de en Trujillo, que por cierto, un especial con todo lo que pasó en Trujillo quiero yo por favor con Fede regalando libros a Dafne, Carlos y Natalia hablando de caballos,... en fin, que allí el Viti menos echao pa’lante fue recopilando teléfonos de descartadas, y en la ronda que hizo después de que las suyas pasaran de él, uno de los descartes de Luis, Esther, la que quería tener dos hijos, uno y dos, le cogió el teléfono y quedó con él. El pobretico mío ya se está haciendo ilusiones otra vez, pero me da que esta está en la onda Krusty. “Él está enamorado, yo no” dice ella. Por el momento quedan en Barcelona y se ríen juntos. Otra vez Jesús... te va a tener que dar otra tunda tu hermano a ver si espabilas de una vez.

Carlos y Natalia.

Menudo pollo aquí. A mí que esta relación me aburría muchísimo y me encuentro con esta sorpresa al final. Esto demuestra que hay que tener fe ciega en Granjero Busca. Se arma la gorda en Casa Magdalena. Porque esta vieja arpía que se enamora de sus yernos se ha revelado como una poderosa matriarca que a lo Ángela Channing en Falcon Crest hace y deshace en la sombra y gobierna los destinos de su familia con la misma facilidad que hace, y se debe comer, las rosquillas. La verdad, no sé si colocar aquí el diálogo tal cual, o poner un link a play cuatro o algo, porque de verdad, si hay algo que hay que haber visto este año en televisión es esa secuencia grabada con micrófono oculto en la que Magdalena Channing le canta las cuarenta a la hija y el granadino. Al parecer las cosas no van bien, y la convivencia que se antojaba idílica al principio no lo es tanto “la cosa se está torciendo porque hay unas normas que imponen mis padres” (Natalia). Y Carlos “la persona con la que he tenido diferencias ha sido con la madre” ¿sí? Nadie lo hubiera imaginado. “Me dice que creía que iba a ser un hombre enérgico, y que no lo soy”. No como Fede, que parecía que se le caían los huevos sólo por andar, menudo flojo tenía que ser en la obra en Canarias. “Yo no he pedido ningún dinero en sueldo” El vil metal, siempre el vil metal... “Me he sentido como si, como si... me he sentido muy mal.” Tú que estabas mil veces mejor que en tu casa... anda, anda... no sé tiene que haber reído nada tu padre, tu madre no, que seguro que ha llorado viéndote tan compungido... “No estoy a gusto aquí y me voy a mi casa, con mis caballos y a mi tierra”. Y punto. Sí señor. La pobre Natalia, que por cierto, cada vez se parece más a Fiona (Shrek), está hecha un lío “me jode dejar la granja porque he trabajado mucho, pero no quiero cavar mi tumba”. Él está maravilloso cuando dice “yo tengo un cortijillo allí pa’los dos, donde podemos vivir juntos y si quiere no hace falta ni que trabaje” ¡Bravo!. Y ella, “si le digo a madre que me voy a vivir con Carlos lo va a pasar mal” Díselo, por Dios, díselo. Y se lo dice: “yo no iba a ser feliz así, porque me iba a enterrar en un agujero, ama”. Y la que ha acabado resultando la bruja mala de su propio cuento acusa a su yerno de vago, de no ordeñar, y él que lo ha hecho todos los días, y ella que “menos alguno que te has quedado durmiendo”. Y ella, la Bruja Maruja, “no has hecho cosas básicas de familia”, y él “es que no puedo estar ordeñando y venir a darte un abrazo a la vez” y la hija “¿Qué Fede lo ha hecho? Me cago en mi puta vida por haber cogido a Fede...” Aquí es cuando el argentino llama a Dafne y le pregunta si se acuerda del libro y si ella tiene granja o algo puesto a su nombre... Y la bruja, “Si me ve mal no tiene confianza, sube pa’rriba y pone la música así, pum, pum, pum y toda la casa resonando, pa’eso sí tiene confianza” y en cada pum pone toda la mala leche que hay en la granja. Y la frase estelar “si te marchas con él te vas a marchar con el culo pelao, el día que yo me muera se muera padre no tienes nada...” Madre del amor hermoso. Pero qué mala es. ¿Cómo se puede ser madre y decir algo así? Ella dice que firma lo de desheredarse ahora mismo. El hermano o el padre, no estoy seguro porque como digo esto no se ve, zanja la discusión con “Vamos a la feria que es el negocio nuestro.” Toma ya. Muy preocupados están. Ella todavía no está segura de irse, pero Carlos la convence “Tú no puedes quedarte aquí, vamos... esta tía está muy mal de la olla”. Más razón que un santo oiga.  Y se montan en la C15 del granadino y comienzan una nueva vida. Más bonito no se puede.

Y termina el programa, y todos brindan para celebrar el amor. Y uno exclama “¡por Cúpido!, a ver si acierta a la próxima” Y yo ya no puedo esperar a que llegue la próxima, que al final de esta me ha acabado gustando hasta la canción.

momento televisivo del año