Bodas Cruzadas Vs Cracks. Estrenos Cuatro "Una de cal y otra de arena"

"Para ellos es un trabajo, pero si me refriego y después te la enchufo para ellos es genial" Rubén

En Cuatro están que no saben que inventar. Después de acumular un historial de pifias gordísimas en los últimos meses, este fin de semana han estrenado, que yo sepa, dos programas nuevos, el primero, Cracks, una especie de Gran Hermano de futbolistas frustrados. Obviamente no les iban a faltar candidatos para el casting. Aquí está claro que nadie quiere dar un palo al agua, las mariquitas quieren bailar (y Cuatro le ha sacado partido con el inacabable Fama), los bisbales cantar (ot), y el que no canta ni baila, ir a Gran Hermano a liarla. Pero faltaban los futbolistas, otra gran bolsa de jóvenes con evidentes deficiencias de aprendizaje y pocas ganas de aplicarse. Por lo que pude ver, el programa tiene menos interés que un partido del Rayo Vallecano contra el Eibar. Trataron de darle emoción al proceso de selección, pero se hizo tan tedioso que daban ganas de coger al Nico este y decirle mira dile ya al que no vas a coger que se vaya y no seas más pesado que esto no le interesa a nadie. Como la televisión 2.0 todavía no ha llegado, cambié de canal. Interés cero. Pronóstico reservado. A la gente le enloquece el fútbol, pero lo que mola es la Champions League, no un refrito de Gran Hermano con Operación Triunfo y futbolistas de Regional Preferente.

El segundo tiene, sin embargo, un potencial brutal, y está montado con bastante gracia. El programa en cuestión se llama Bodas Cruzadas. 

Los protagonistas, gentes  a las que la desgracia ha impedido montarse una boda sin que medie una cadena de televisión. La mayoría tienen ya chiquillos medio criados y todo. Primer punto muy a favor, la vuelta de Patricia a la televisión ejerciendo de maestra de ceremonias. Como dije ya una vez, era muy fan yo de esta mujer porque creía que era sobrina de Manolo Escobar, que luego, según me dijo alguien en los comentarios, resulta que no, que era otra, pero yo ya le había cogido cariño y la extrañaba. La mecánica es sencilla, cuatro parejas a las que el programa les costea el bodorrio. Eso sí, tienen que aceptar unas condiciones, aparte de la de que les televisen el proceso. La primera: que son los novios los que se tendrán que ocupar de todo. Y la segunda: que no podrán verse hasta el día de la boda. A una pareja se lo pone el chiquillo malo, a la madre le entra una angustia muy grande, y tiene que ver al marido. Consecuencia: ¡a freír espárragos! Los cambian por otra pareja, una muchacha joven con dos nenes y muchas ganas de pasarlo bien en su despedida. El resto de parejas, dos gorditos, un chaval de Huelva y una rubia que se lo ha camelado y le lleva lo menos veinte años (no me queda claro si ella además ya tiene un chiquillo de una relación anterior), uno que en realidad quiere casarse con su madre, y una que parece que se ha comido a Shakira que tiene unas tetas enormes.

Como digo, todo esto tiene un potencial tremendo, un novio eligiendo el traje de novia, los invitados, los anillos, el menú,… en fin… todas esas cosas que no hacen habitualmente porque bien no les interesa, porque bien es cosa de la novia o porque bien las dos a la vez. No parece ninguno haberse preocupado mucho de los gustos de sus respectivas, aquilicua, acaban eligiendo la mayoría de las veces justo lo contrario de lo que les gustaría a sus novias. El tarugo de los tarugos es sin duda el gordo. Lo apuntan a un gimnasio al muchacho para que pierda los diecisiete kilos que dice una máquina que le sobran (si va a un endocrino le dice que lo menos treinta), pero me parece que lo único que van a conseguir es que el chaval coja unas agujetas tremendas con tanta pesa y tanto cacharro. Como digo, a este hombre se ve que el colesterol ya le está atacando al cerebro. Ahora, que de casta le viene al galgo, porque hay que ver el padre con las declaraciones que se descuelga en la prueba de menú, que lo quiere es comé mucho, si puede ser un plato de chícharos con su pringá, o tocino asao con navaja mucho mejor, y que como le pongan un plato de estos tiquismiquis a sus hijos se lo tiran a la cara. Los padres de la novia no saben donde meterse y tratan de imponer algo de cordura “esto es lo menos que se estila en una boda”, pero el hijo lo tiene claro “lo que diga la familia de ella digamos que importa poco”. Si yo fuera el chef les recomendaría el menú pollino, con su alfalfa y su abrevadero relleno de tinto peleón para que lo pasen bien. Y quiere un traje ¡¡¡beige clarito!!!! “Me encanta el beige…” no me lo puedo creeeerrrr….. y la corbata….. tremenda… parece que va a ir a una boda gitana,….. lo más flipante es que la novia quiere que el novio vaya vestido de clarito… Cuenta le traía colocarle unos aperos, engancharle unas rejas y arar un campo de pepinos. Seguro que le sientan mejor las albardas y unas herraduras que el modelito y los zapatos que acaba eligiendo. Para colmo tiene una ex, la Tamara, que al parecer sigue yendo a tomar café con la madre. Es mentársela y el muchacho echarse a llorar, “y dale con la tamara, ¡otra vez tiene que recordármela!“que es la primer mujer con la que he estado y eso no se le olvida a ningún hombre”. Madre mía, sólo me falta que ella me cuente el día de su primera regla para que el momento verano azul sea completo. Menos mal que no la invitan a la boda porque si no se iba a armar gorda.

Los demás, como digo, también muy locos, pero menos que este, un muchacho que se le ve que le viene muy grande todo “otra presión más, zi yo confianza tengo, lo que no zé eh zi lo voy azé bien o no”. En la prueba de menú de la rubia que le lleva veinte años al novio también se palpa la tensión. El padre de él, se ve que no le ha perdonado todavía al muchacho que dejara su trabajo fijo en Huelva para irse con la lianta viejales de la sevillana, y doblar la hipoteca por capricho de la otra, y se harta de refregárselo todo ahí en la cena. Vamos, que digo yo que debe haber tenido otro momento menos televisado para echárselo en cara. El muchacho no parece que su fuerte sea tener mucha personalidad. La del tinte mientras queda en evidencia diciendo que en la familia se llevan todos fenomenal y que todo muy bien y tal… la madre no lo tiene tan claro hablando del padre del novio “yo a este hombre lo he visto dos veces y siempre ha zio como é, muy zeco”. También está el otro que sólo quiere organizar la boda por su madre, que la novia la quiere civil, él que religiosa como le gusta a su madre, que el traje de una manera la novia, él que de la otra, que le gustará más a su madre… anda que está arreglada la pobre novia… porque está en la tele, y porque no se está enterando, que si no… le canta las cuarenta pero bien. El chaval, a lo suyo “estamos los dos –mi madre y yo- a flor de piel”. Todo muy entretenido.

Ahora que para entretenida, la despedida de solteras que les preparan. Que empieza en plan lacrimógeno, con las amigas de las muchachas apareciendo por sorpresa. La que se ha comido a Shakira es la más emocionada “cuando he visto a mis amigas me he venido abajo”. Tiene unas amigas obesísimas, muy feas y muy viejas. Y hay dramón y todo “no me diga ezo gorda, no me diga que no va a veni a mi boda”, y la gorda, que lo está pero tela, “no lo zé gorda, pero compartamo ete momento que eh lo má bonito que va tené”. ¡Toma ya! la boda, una tontería, esto es lo más bonito que vas a tener. Y tanto que es bonito, no veas que forma de refregarse. “Para ellos es un trabajo, pero si me refriego y después te la enchufo para ellos es genial” dice el gordo, y no va muy desencaminado. Porque ellas se despendolan pero tela, acaban cachondísimas, botando como actrices porno de segunda, agarrando a los boys como si se acabara el mundo, comiéndoles la boca, en fin, un despendole en toda regla. Las imágenes son espectaculares, imagino que los guionistas no podrían creer su suerte cuando les llegaron las cintas, porque a esto le van a sacar tela de partido. “Me han hecho el trote, el galope, el pa’dentro y el pa’fuera” dice una.

En fin, que muy buena pinta, y que me veo el siguiente.