jueves, octubre 29, 2009

Granjero Busca Esposa. Episodio 4. Las cosas se calientan. (primera parte)


¡qué bien nos lo pasemos!


Esto se calienta pero no por la leña del horno de pan, es por la leña marismeña que dice un amigo mío. Sobeteo a tope que en algún caso deriva en lengüetazos. Aquel “tú como buena latina serás cachonda” que soltaron los vitis en el primer programa está resultando profético. Y es que, aún a riesgo de que se me tilde de xenófobo, las latinoamericanas están siendo con diferencia las más desvergonzadas. Está claro que les da igual ocho que ochenta y van a poner toda la carne en el asador a las primeras de cambio. Todo sea por liar al cateto de turno cuanto antes. Pero voy por granjas que si no el que me lío soy yo…


Luis (aka El Gigante Alelado) levanta temprano a las suyas para llevárselas a la panadería de la madre. Que dicho sea de paso tiene que despachar unos panes superlativos. Claro que a 1’20 la barra ya pueden estar buenas. Sea como sea, dan ganas de quedarse a vivir allí, hacen hasta palmeras de chocolate caseras. La mujer hace todo lo que puede por caerle bien a las nueras. Se ve a leguas que una moza es para ella la última esperanza de que se le espabile el nene. Que a pesar de los huevazos que seguro le cuelgan tiene una pinta de pasmado del copón. Mientras sus pretendientas despachan a la clientela con muy poco arte, él se troncha medio escondido. Es de los que sigue pensando que cuando él cierra los ojos nadie lo ve. Claro que es para desternillarse cuando una de las paisanas pide unos danones de ciruela a las chavalas, y esta “¿de fibra” y la mujer, con gran naturalidad “da igual de ciruela o de otra cosa, es para ir el hombre al váter”. Después de este momento all-bran se las lleva al cebadero. Mi abuelo Juan tenía un cebadero y siempre que iba de pequeño la verdad es que lo pasaba fatal. Es una cosa muy violenta, con todos los cerdos ahí apelotonados gritando, muchísima mierda, y sobra decirlo, un hedor insoportable. El de Luis es prácticamente como el que tenía mi abuelo. Excrementos a tope y cerdos por un tubo. Antes de entrar, se ríe del atuendo de ellas “parece que vais a la luna” y no se le ocurre otra cosa que en tanto en cuanto han comido dulce (¿?) ofrecerles una rata muerta de dimensiones considerables como postre. Y la lleva el tío ahí en la mano. Ellas declinan la invitación. Yo estoy seguro de que si alguna para seguirle la coña acepta el presente y le da un bocao en el lomo al difunto roedor difunto habría conquistado su corazón para siempre forever. Pasan la tarde entre ventosidades y el realizador del programa nos vuelve a obsequiar con un primer plano de un zurullo enorme dilatando el esfínter de un animal, en este caso un puerco. Una de dos, o es una sutil, y recurrente ya, plástica metáfora visual de la vida en el campo, o le va la coprofagia al hombre. Antes de irse, las candidatas tienen que quitar de en medio un cerdo que lleva lo menos un par de días muerto por lo tieso que está. Ellas dicen “pobrecito…” y él, como siempre, sembrao, “a mi también me da pena porque era el más gordo”. A modo de conclusión una de ellas declara “muy bien el cebadero, pero tienes mierdo de que resbales y el cerdo te pueda llevar para abajo”. Él, con un jersey loquísimo, como de piel de vaca y con una inscripción que pone “er chalé”, concluye con su risilla de Cíclope “la verdad es que ha sido muy bueno”.
Mientras tanto en la granja de Galicia… Santi, alías Creo Que Me Lo Estoy Pasando Yupi, hace como que se lo pasa teta con las bromas de Elisabeth. Esta es la que llevaba un tatuaje de su padre en la espalda. Pongo lo del padre en cursiva porque si tuviera que apostar, me lo jugaría todo a que ni padre ni leches, ese es un ex macarra que tuvo. Si yo fuera Santi antes de tomar ninguna decisión le pedía una foto del progenitor y comparaba. Se imagina uno en una situación común de la vida en pareja, por poner un ejemplo, a cuatripati, y viendo al ex mirándote ahí desde el lomo de la muchacha… cortapunto total. Aunque ahora que lo pienso, que te mire el padre tampoco debe ser muy inspirador. La muchacha, como se sabe marcada e inferior intelectualmente a la cortante de su oponente (Ivana), no duda en enseñarle el culo varias veces al gallego y desplegar todo su arsenal de bromas. Un festival del humor de alta escuela que incluye estrellar huevos en la cabeza, revolcarse por el suelo o llenarse el culo de alpiste. Él aprovecha que ella empieza con lo de los huevos para sobarle las tetas todo lo que puede. Y ella con sus dientes de ratita, entra en una espiral idiota que termina cuando le estrella un huevo a Ivana, que observaba toda esta algarabía desde un segundo plano. Lo más triste es que se declara educadora infantil. Esto me aclara muchas cosas que vi anoche en Curso del 63. Que por cierto, tuvo un momentazo cuando uno de los muchachos, después de que un joven gayer se riera del tamaño de su pene le espetó: “¡menudas trompetas te tienes que tragar tú!”. Viva la incorrección adolescente. Y vuelvo a la granja que me pierdo… Conclusión: si Ivana no se metiera en los berenjenales que se mete, siempre apostillando (va de listilla y se ve que está más amargada que los pepinos de Carlos), ganaría seguro, porque la otra, que no controla, acabará prendiéndole fuego al pajar para echarse una risa.
Y ya se me ha hecho muy tarde… y tengo que madrugar… si tengo tiempo, mañana por la noche me despacho al resto de granjeros… la pena es que me queda lo mejor… los vitis encamándose… la sosainas de la granjera, menuda mosquita muerta, no tiene bastante con los dos que tiene que anda mandándose mensajitos con otro… la llorona de Dafne y las imitaciones del cachas, que es mi granjero favorito, y por encima de todos, el cateto de los catetos, el más salido de entre los salidos, el rey del disco-bar: Alberto.


6 comentarios:

Maitó dijo...

No pude ver anoche el programa, qué fastidio, por eso estaba entrando en tu blog hasta que has publicado el comentario. Me parto, simplemente. Y es verdad, te falta lo mejor, porque el gigantón y el gallego me dan un poco de vergüenza ajena, a ambos les falta inteligencia social. Espero con impaciencia que me narres las encamadas de los Vitis, las cochinadas de las que es capaz Profidén (=Alberto), la timidez de la vasquita, y nuestro favorito de los pepinos. A mí me da que le gusta la buenorra y está despistando con la otra, que no le va nada de nada....
Seguiremos.

Anónimo dijo...

Buenísimos tus comentarios: algunos superan el programa. Bueno, no, lo complementan, porque primero te ríes viéndolo, y luego rematas con la lectura de tu blog. Tienen una agudeza irónica espectacular... En serio.

Anónimo dijo...

Muy buenos y acertados tus comentarios. Muy divertidos. Espero con ganas leer la segunda parte! Saludos

Anónimo dijo...

Solo decirte que me parto de risa con tu blog, q esta mañana lo e descubierto x casualidad y vamos no e podido parar d reir xD.
Seguire leyendote pq creo q me e exo fan xD

Anónimo dijo...

Hola. de nuevo desde el extranjero, ahora ya sabiendo lo que estoy buscando esta noche...tu blog! venga, por favor, sientese Usted y siga acercandome la realidad de Cuatro y la Granja de los Pepinos, a este exilioooo.

Tiago Cotes dijo...

muchas gracias por los comentarios. como ya he dicho, resultan muy estimulantes y alentadores.

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